El oso de anteojos (Tremarctos ornatus), también
conocido como oso frontino, oso andino, oso sudamericano, ucumari y
jukumari, es una especie de mamífero carnívoro de la familia de los
úrsidos.
Es la única especie de los úrsido que existente en la
actualidad en Sudamérica.
Características
El oso de anteojos es de color negro o marrón oscuro con una mancha
blanca que rodea sus ojos y se extiende hasta la garganta, de allí su
nombre; aunque en algunos ejemplares puede faltar la mancha blanca.
Llega a tener una longitud de 1,5 a 1,8 m y puede pesar hasta 140 kg. La
hembra pare una o dos crías, que cuida con mucho esmero y defiende
encarnizadamente.
El oso de anteojos es un plantígrado, o sea que camina sobre la
planta de los pies, a diferencia de otros carnívoros que son
digitígrados, es decir, caminan sobre los dedos. Puede ponerse en
posición vertical sobre dos patas, actitud que adopta para poder ver más
lejos y para impresionar.
A parte, el oso de anteojos tiene caminos o trochas muy bien
establecidas en el bosque, por donde se desplaza regularmente en busca
de su alimento. Puede trepar árboles y palmeras hasta considerables
alturas. Se refugia en cuevas o sobre árboles, donde duerme y construye
una especie de plataforma de ramas.
Distribución
El oso de anteojos habita en la Cordillera Andina en los límites,
oeste, vertiente del Pacífico y de las Cuencas Amazónico – Orinoquense,
norte, vertientes Caribe y del Lago de Maracaibo (Venezuela), Centro
(avistamientos y indicios en Acuzazú, Pusapno y Refugio el Cedro del
PNYCH-Oxapampa), hasta el sur de Perú y noroeste de Bolivia. Abarcando
el occidente de Venezuela y atravesando Colombia, Ecuador, Perú y
Bolivia. Vive a alturas que van desde los 250 hasta los 4.700 msnm o
más.
La especie ha sido reportada en la región del Darién en Panamá,
incluso se tienen registros recientes de la presencia de la especie
reportados por cazadores de la región; y más al sur, hasta el Noroeste
de Argentina donde individuos aislados podrían existir aún en la
provincia del Jujuy.
Hábitat
El oso de anteojos habita casi exclusivamente los bosques húmedos
andinos con precipitaciones anuales superiores a los 1.000 mm (zonas
perhúmedas), aunque también se le encuentra en páramos y zonas
semiáridas cuyas precipitaciones rondan los 250 mm. Mora preferentemente
en los pisos montanos que van de los 800 a los 3.800 msnm aunque llega a
altitudes de 4.750 msnm.
En la vertiente occidental de los Andes
centrales del Perú (Dto. Lambayeque, Reserva Ecológica Chaparri)
desciende hasta el desierto y los bosques secos donde se alimenta de
cactus, sapote (Capparis spp.) y troncos de pasallo (Eriotheca spp.).
Aparentemente al inicio de la conquista española, en el siglo XV, el
área de distribución de este oso de anteojos parece que era más extensa.
Posiblemente su distribución incluía las Sierras Pampeanas de San Luis y
Córdoba e incluso las laderas del Aconquija y las sierras boscosas de
Ancasti (centro oeste de Argentina).
Reproducción
La edad reproductora del oso de anteojos se alcanza en el macho entre
los 4 y 5 años de edad y en la hembra entre los 3 y 4 años de edad. El
celo suele ser anual y durar una semana. El apareamiento del oso de
anteojos tiene una duración entre 12 y 45 minutos y pueden observarse
hasta cinco apareamientos en un día.
Durante el apareamiento, macho y hembra tienen juegos muy variados
que van desde algunos olisqueos y lametazos en el rostro hasta luchas
simuladas.
El primer parto ocurre alrededor del 5to año de edad generalmente dan
a luz a una sola cría, pero también suelen darse 2 ó 3 crías.
Al nacer, las crías del oso de anteojos pesan entre 275 y 380 gramos y
miden de 25 a 35cm. Abren los ojos cerca del 14vo día de edad y el
sentido más desarrollado es el olfato por el que pueden encontrar los
pezones de la Madre.
Los ositos maman hasta cumplir un año de edad, pero siguen dependiendo de su madre hasta los dos años.
Alimentación
Como casi todos los osos actuales, el Tremarctos ornatus es omnívoro,
aunque su dieta habitual es preferentemente de origen vegetal:
bromeliáceas, frutos, bayas, bulbos, raíces, cortezas, hojas y hongos;
un pequeño porcentaje de su dieta es de origen animal o derivada:
insectos, miel, huevos, reptiles, peces, roedores, conejos, pichones, y
muy ocasionalmente, caprinos, ovinos, camélidos y vacunos. Por tal
régimen alimentario, el oso de anteojos es el úrsido más herbívoro tras
el oso panda. La hembra suele parir dos oseznos.
Comportamiento
El oso de anteojos tiene hábitos solitarios y mayormente diurnos. En
áreas boscosas establecen senderos que permiten un desplazamiento rápido
entre áreas alejadas, así como la comunicación intraespecifica a través
de marcaje por medio de rasguños y olor (feromonas). Como la mayoría de
sus parientes úrsidos, están muy bien adaptados para trepar. En los
árboles encuentran gran parte de su alimento. En las ramas de los
árboles suelen establecer plataformas para su alimentación y/o descanso.
Plantígrados como todos los osos, sus “pies planos” les facilitan una
postura erecta que utilizan tanto para mirar a lontananza como para
trepar árboles y rocas o para aparentar mayor masa corporal en un acto
de amedrentamiento que se refuerza con la hirsutismo de su pelo
(horripilación). No se conoce que tenga periodos de aletargamiento
estacional.
Estado de conservación del Oso de anteojos o Oso Andino
El oso de anteojos es en su alimentación 90% frugívoro y vegetariano y
10% carnívoro, debido a esto es que por si mismo no corre peligro su
supervivencia, su dieta variada y la abundancia de alimento le permiten
subsistir sin complicaciones, pero la realidad es que en las zonas en
las que habita, la actividad del hombre esta acabando con la especie.
El avance de la actividad agrícola, e inclusive la caza
indiscriminada es alarmante en lo que respecta al cuidado del oso de
anteojos.
La zona que el hombre habita genera un “espacio” en el hábitat (los
bosques de Amazonas, San Martín, Cusco, Lambayeque y Cajamarca) por lo
que las agrupaciones quedan separadas e indefensas.
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