El acueducto preinca de Cumbe Mayo está labrado en piedra y finamente decorado con enigmáticos petroglifos. Aún transporta agua como cuando fue construido hace más de mil años.
En determinados sectores, el
acueducto continúa por galerías subterráneas, reapareciendo en la
superficie algunos kilómetros después.
Como se aprecia, el agua fluye controlada por las entrantes y salientes del acueducto para disminuir su velocidad.
Los antiguos cajamarcas pulieron la piedra con maestría artística.
Entrantes y salientes en
ángulo recto del acueducto, lo cual permite que el agua que viene de las
alturas disminuya en su velocidad.
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