vendredi 27 janvier 2012

La Leyenda de Inkil Chumpi

Le Village de Pisac au fond de la Vallée

Písac no sólo goza de ciertos atractivos turísticos sino también de mitos y leyendas.

Písac no escapa a las famosas leyendas incas. Justo antes de llegar al pueblo existe una formación natural esculpida en piedra, cuyo nombre es Inkil Chumpi que traducido al español significa faja florida - es la que llevan los indígenas a manera de correa -.

Existe una leyenda en la cual se dice que la hija del gobernador de Písac, hija única y heredera de estas tierras, fue destinada por el oráculo de Huancar Kcuichi a casarse con el hombre que en una noche pudiera construir un puente sobre el río Vilcamayo.

Para realizar la proeza hubo muchos pretendientes, pero especialmente uno, un apuesto príncipe decidió aceptar el reto, y pedir la mano de la princesa, Asto Rímaq.

Las autoridades del lugar dispusieron todo para que Asto Rímaq iniciara las labores, mientras la princesa debía subir un cerro sin voltear; porque, de lo contrario, ella y su prometido se convertirían en piedra.

Cuando el príncipe se disponía a construir el puente, la princesa parte a las montañas para pedir a los dioses propicien el milagro, pero antes advertida que ella no podía ver la construcción, es en esta situación que Inkil Chumpi en medio de la caminata oye grandes estruendos y por un momento cede a la tentación de ver la razón de los ruidos que venían del río.

No pudiendo soportar más, saciando su cruel curiosidad, volteó; y mientras Asto Rimaq era arrastrado por las turbulentas aguas del Vilcamayo, ella quedaba petrificada con la misma expresión de ese momento, en el lugar en el cual hasta ahora puede ser vista.

Desde entonces Inkil Chumpi, convertida en una fantasmal figura piedra yace en la soledad contemplando el Valle de sus antepasados.

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